Villa León-Orellana

Perspectiva general de la Mansión León-Orellana.
Imagen: propia (2017).

Dirección: calles Leonidas Plaza y Vicente Ramón Roca, esquina
Sector: La Mariscal
Año de construcción: 1949
Arquitecto: Edwin Adler
Estilo: historicista neocolonial
Premios: patrimonio de la ciudad
Uso actual: fundación de ayuda social

Historia

El lote de terreno fue adquirido en el año 1946 por César León Gallegos y su esposa, Inés Orellana, quienes lo compraron a María Baca Lasso, cuñada del propietario del vecino Palacio de La Alhambra, que linda con la mansión por el lado occidental y del que fue parte en un inicio. Tres años más tarde (1949) la pareja encargaría el diseño de su residencia al checoslovaco Edwin Adler, un arquitecto que se había establecido en la ciudad tras huir de la II Guerra Mundial.

El diseño de Adler contemplaba el número de hijos que tenía el matrimonio León-Orellana (cinco), por lo que las áreas privadas del segundo piso resultaban igual de importantes que las sociales de la planta baja. Debido a la falta de recursos económicos la construcción avanzó lentamente y por etapas, siendo la primera en concluirse la de las habitaciones, de manera que la familia pudo mudarse a ella mientras se continuaban los trabajos en los salones bajos. La casa fue finalmente terminada en el año 1961.

En 1998 la casa fue adquirida por el Dr. Raúl Gaybor, quien la poseyó por poquísimo tiempo, pues en el año 2000 se la vendió a Anne Kelly, quien inmediatamente la donó en memoria de su abuela Ruth Eden Grace al Centro Integral de la Familia, con la única condición de que se colocara el nombre de la misma en el ingreso principal. El CIF comenzó a funcionar en el inmueble en febrero de 2001, en cuanto concluyeron los trabajos de renovación encargados al arquitecto Roberto Chujon Sam, que trabajó con la colaboración de sus colegas Ernesto Ordóñez Vaca y Vicente Guerrero Díaz.

Arquitectura

La mansión León-Orellana pertenece a la corriente arquitectónica neocolonial, una rama de los historicismos que nació en América Latina como contraposición a los estilos que venían de Europa, y que buscaba rescatar la arquitectura colonial de monasterios, iglesias y haciendas. Aunque también existe cierta formalidad de las líneas de fondo que se puede atribuir a los primeros modernismos que el arquitecto Adler debió experimentar antes de abandonar Europa.

La casa está implantada en el extremo norte del terreno, con jardines en los tres costados (norte, occidental y oriental). Su estructura se desarrolla en tres niveles, dos de los cuales son apreciados desde la calle y uno tercero se oculta en la buhardilla, donde se encontraban las habitaciones de la servidumbre. A diferencia de muchas casas de la época, esta residencia no posee semi-sótanos.

La base de la mansión presenta un zócalo de piedra basílica, al estilo de las casas coloniales del Centro Histórico, y sobre esta se levantan paredes de ladrillo y el techo de teja española. Los pisos interiores son de parqué con diseño geométrico, trabajados por un artesano de apellido Robalino. Los baños, balcones y la terraza presentan cerámica decorativa con motivos principalmente art nouveau.

En cuanto a los trabajos decorativos en madera, el comedor destaca por los paneles tallados de Aurelio Caizapanta, mientras que las puertas de la planta baja fueron trabajadas por el maestro imbabureño Ángel Tejada, quien también fue responsable de los cielos rasos de los palacios de Carondelet (Presidencia de la República) y de La Recoleta (Ministerio de Defensa). Los detalles de hierro forjado, como las rejas de los pasamanos y los balcones, son de autoría del artesano Obando.

Después de que la casa fue adquirida para el Centro Integral de la Familia, y con los respectivos permisos patrimoniales, el arquitecto Roberto Chujon Sam adaptó los espacios de vivienda para los nuevos fines, renovando instalaciones eléctricas y sanitarias, sustituyendo los deteriorados pisos de eucalipto por tablón de chanul, entre otros trabajos menores que lograron que la alteración de la esencia de la propiedad sea mínima.

Galería

Fachada sur, de la calle Roca.
Imagen: propia (2017).

Fachada oriental, de la calle Plaza.
Imagen: propia (2017).

Jardin suroccidental.
Imagen: propia (2017).

Ingreso a la mansión.
Imagen: propia (2017).

Puerta de ingreso, tallada por Tejada.
Imagen: propia (2017).

Vestíbulo de Ingreso.
Imagen: propia (2017).

Detalle de la lámpara y el trabajo de herrería.
Imagen: propia (2017).

Salón Principal.
Imagen: propia (2017).

Salón Comedor.
Imagen: propia (2017).

Detalle del piso de parqué.
Imagen: propia (2017).

Escalera al segundo piso.
Imagen: propia (2017).

Detalle del techo con ladrillo de vidrio.
Imagen: propia (2017).

Chimenea del Vestíbulo.
Imagen: propia (2017).

Segundo piso (área familiar).
Imagen: propia (2017).

Escaleras al área de servicio (buhardilla).
Imagen: propia (2017).

Área de servicio (buhardilla).
Imagen: propia (2017).

Detalle del piso de cerámica con patrón art nouveau.
Imagen: propia (2017).

Anne Kelly, quien donó la casa al CIF.
Imagen: propia (2017).

Referencias

  • Chujon Sam, Roberto; Swanson de Madera, Lisa (2001). "Memoria histórica de la casa del CIF". Quito: Centro Integral de la Familia.

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