Palacio Iñaquito


Dirección: avenida 10 de Agosto y calle Villalengua
Sector: Iñaquito
Año de construcción: 1906
Arquitecto: Francisco Durini Cáceres
Estilo: historicista (neoclásico)
Premios: -
Uso actual: desaparecido


El día de hoy daremos un paseo por la memoria arquitectónica de nuestra ciudad, conociendo un edificio que tristemente ya no existe más. Se trata del Palacio Iñaquito, propiedad del señor Manuel Tobar Angulo y sus descendientes, quienes lo mantuvieron en pie hasta mediados del siglo XX.

Historia

El palacio se encontraba ubicado en el sector de Iñaquito, en las esquinas de las actuales avenida 10 de agosto (frente) y calle Villalengua. El edificio se levantaba sobre la esquina sur, mientras que sus grandes jardines se hallaban cruzando la calle Villalengua, en la esquina norte. Actualmente sus predios son ocupados por un showroom de vehículos y las canchas del complejo HCJB.

El palacio fue construido en el año 1906 con un estilo neoclásico y algunos elementos art-nouveau por el arquitecto italo-suizo Francisco Durini Cáceres, el más afamado del país en aquella época. Durini diseñó el edificio con planta de doble herradura en torno a un pequeño patio de honor por el frente y un pequeño jardín posterior. El ingreso se ubicaba sobre la actual avenida 10 de Agosto, y constaba de dos atrios separados, uno para el ingreso directo a las habitaciones familiares y otro para los salones de protocolo.

La planta baja era ocupada por bodegas, cocheras y las habitaciones de servicio, incluidas las cocinas; mientras que en la segunda planta se encontraban los salones de protocolo (ala norte) y las habitaciones de la familia (ala sur). Las rejas y puertas de hierro forjado, diseñadas por el mismo Durini, fueron fabricadas por la casa europea Lancini y Co., de donde también provenía el cerramiento de la Plaza Grande de la ciudad.

El gran jardín, que se levantaba cruzando un estrecho camino lateral (hoy calle Villalengua) también fue diseñado por Durini, y se le añadieron bancas de estilo art-nuvó que estaban cubiertas con cerámica de la fábrica catalana Pujol i Bausis, misma que también producía la cerámica utilizada por el célebre arquitecto español Gaudí.

La construcción, que evocaba a escala los más hermosos palacios europeos, en especial parisinos, desapareció alrededor de la década de 1960. El lujoso mobiliario y las grandes lámparas de cristal importadas de Europa fueron repartidas entre los sobrinos de doña Piedad Salgado, viuda del último heredero Tovar-Angulo (que murió sin descendencia), y hoy se encuentran en su mayoría en residencias de la ciudad de Guayaquil.

Galería





Virginia Angulo Freile, madre del propietario
del Palacio, que vivió sus últimos años en él.

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