Casa Villagómez-Yépez


Dirección: avenida Gran Colombia y Julián Castro
Sector: La Alameda
Año de construcción: 1932
Arquitecto: Francisco Durini Cáceres
Estilo: historicista neomudéjar
Premios: Premio Ornato 1932
Uso actual: educación superior


Historia

El edificio fue construido como residencia de la familia Villagómez Yépez, cuyas siglas se pueden apreciar en un singular detalle de relieve por toda la fachada. En al época en la que fue levantado, La Alameda era el límite norte de una ciudad que apenas empezaba a expandirse hacia La Mariscal y la concepción de villas ajardinadas, por lo que su emplazamiento sobre la línea de fábrica y con un patio interior aún responde a la tipología usada por siglos en el Centro Histórico. Aquí vivió Jorge Villagómez Yépez, ministro de Relaciones Exteriores durante la tercera presidencia de Velasco Ibarra.

La mansión fue usada como vivienda familiar por varias décadas, hasta que en 1970 el Municipio inició la ampliación de la calle Colombia para convertirla en lo que hoy conocemos como avenida Gran Colombia. En consecuencia, el intenso tráfico rodado que llegó a partir de 1980, también atrajo una intensa actividad comercial e inseguridad, lo que obligó a los habitantes del sector a migrar hacia las ciudadelas del norte, sobre el valle de Iñaquito y sus laderas occidentales y orientales. La casa pasó entonces a ser usada únicamente con fines comerciales, y ha sido consecutivamente sede de la Fundación Hallo, el Instituto Técnico Benvenuto Cellini, y la Universidad Iberoamericana del Ecuador.

Arquitectura

El edificio está implantado en un terreno esquinero, levantándose alrededor de dos pequeños patios apoyados a la medianera (límite con la construcción vecina). Su estilo responde a la corriente neomudéjar del historicismo, aunque algunos también lo consideran ecléctico. La fachada presenta trazado de franjas horizontales que dan unidad al conjunto en sus tres pisos.

El primer nivel tiene vanos rectangulares ajimezados para las puertas y ventanas, mientras que el segundo las termina en arcos dobles de herradura con salida hacia angostos balcones de hierro sobre ménsulas. En la esquina jerarquizada, que es a su vez el remate más bajo de la edificación, tiene tratamiento de plano ochavado, así como arco conopial reforzado por almocárabes y lacerías en relieve. Los cuerpos laterales se elevan un piso más con terminaciones de torres y almenares en profusa decoración.

A través de un hall se accede directamente al primer patio, cubierto por una estructura de metal y vidrio de estilo art nuvó, como se acostumbraba en la época. Una gran escalera conduce a los tres pisos superiores y también al subsuelo. La decoración de sus muros, totalmente pintada a mano por hábiles artesanos, asemeja mármoles y azulejos, con arcos ricamente ornamentados y caligrafía árabe.

Galería



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